ANITA + JAIR

Imagínate estar en las faldas del majestuoso Chimborazo, rodeado de la inmensidad de la naturaleza y la belleza de este lugar único en el mundo.


Es por eso que Anita y Jair, escogieron este sitio para su sesión de fotos donde el amor se refleja en cada fotografía, en cada mirada, en cada gesto. Como fotógrafo, capturar momentos tan especiales como estos es un privilegio..


La sesión de pareja de Anita y Jair fue mágica. El sol acariciaba sus rostros mientras se perdían en la inmensidad de la montaña, creando un escenario perfecto para retratar su amor. La conexión entre ellos era palpable, como si el aire mismo estuviera impregnado de su complicidad.

Anita y Jair, a pesar de vivir en Estados Unidos, decidieron volver a sus raíces ecuatorianas para celebrar su amor en el maravilloso escenario de Riobamba. Las sesiones de pareja en el Chimborazo y en el Bosque Polylepis son un testimonio de su amor, un recuerdo tangible de este momento único en sus vidas.

Cada imagen es un tesoro, un recuerdo que perdurará en el tiempo. Como fotógrafo, mi objetivo es capturar la esencia de cada pareja, de cada historia de amor, y transformarla en arte. Porque cada historia merece ser contada, cada momento merece ser inmortalizado.

La tarde fue espectacular, con la luz perfecta y el entorno crearon el escenario ideal para capturar la esencia del amor de Anita y Jair.

Pero la magia no terminó allí. La segunda parte de la sesión se realizó en el Bosque Polylepis, un lugar único y lleno de encanto. Entre los árboles retorcidos y el aire fresco de la montaña, Anita y Jair se entregaron a la lente, mostrando su amor de una manera más íntima y personal. Cada imagen capturaba la esencia de su relación, la complicidad, la alegría, la promesa de un futuro juntos.

Pronto, Anita y Jair se casarán por la iglesia, dando un paso más en su camino juntos. Y como fotógrafo, me siento afortunado de haber sido testigo de su amor, de haber capturado la belleza y la magia de su relación en estas fotografías.

Y así, en cada sesión de pareja, en cada boda, en cada evento, busco capturar la esencia de cada pareja, la magia de cada momento. Porque como fotógrafo, mi misión es crear recuerdos que perduren para siempre. Porque el amor, la felicidad, la complicidad, merecen ser recordados, celebrados, compartidos con el mundo.

Anita y Jair, su historia de amor es un regalo, una inspiración. Y como fotógrafo, me siento agradecido de haber sido parte de ella. Porque en cada imagen, en cada mirada, en cada gesto, queda plasmada la belleza de su amor, la promesa de un futuro juntos. Y eso, eso es algo digno de ser celebrado.

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