IZAMAR + DANIEL
En el corazón del centro histórico de Riobamba y bajo un cielo que se tornó dorado al atardecer, tuve el privilegio de capturar una historia de amor llena de ternura, complicidad y una gran dosis de alegría.
Esta sesión preboda fue una experiencia íntima, cercana y emotiva. Una tarde que recorrió espacios simbólicos para la pareja, como la Catedral y los alrededores del centro, y que culminó en un momento de luz perfecta.
Acompáñame a revivir esta historia donde los protagonistas fueron el amor, las ruedas… y unas patitas muy especiales.
Iniciamos la sesión en uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad la majestuosa Catedral de Riobamba. Su arquitectura colonial y la calidez de la pareja crearon un contraste hermoso entre lo clásico y lo actual.
Pero esta no fue una sesión de dos. Hubo un tercer integrante que se robó todas las miradas: Salvatore, su Golden Retriever. Él llegó a sus vidas de forma inesperada, y cambió todo. Les enseñó lo que es el amor incondicional, la compañía silenciosa y la felicidad simple.
En esta parte de la sesión, Salvatore no solo posó —participó. Lo vimos correr, abrazarse con ellos, y hasta llevar un cartel que decía: “¿Te quieres casar conmigo?”
Un sueño sobre ruedas
Cuando Izamar y Daniel me contaron lo que significaba este jeep para ellos, entendí que no era solo un vehículo era su primer gran sueño hecho realidad.
Desde el inicio de su relación, imaginaron recorrer caminos juntos, vivir aventuras y compartir una vida llena de libertad.
Ese sueño se materializó y hoy forma parte de su historia. Por eso, incluirlo en su sesión preboda no fue un simple detalle, fue una declaración de todo lo que han construido y de lo que están por vivir.
Estas imágenes no solo muestran un jeep… muestran el comienzo de una ruta que ya están recorriendo con amor.
¿TE IMAGINAS UNA SESIÓN ASÍ?
Historias como la de Izamar y Daniel me recuerdan por qué hago lo que hago.
No son solo fotos. Son momentos reales, con emociones verdaderas, con luz que te abraza y con detalles que te hacen sonreír… incluso si vienen con patitas.
Si estás por casarte y sueñas con una sesión donde puedas ser tú mismo, sin poses forzadas, con tu pareja, tu mascota o lo que sea parte de tu historia, yo estoy listo para documentarlo todo con el corazón.
Escríbeme, y hagamos que tu historia también quede guardada para siempre.